El caldero es uno de los equipos más importante en cualquier planta de producción. Su función principal es proporcionar energía en forma de vapor para las diferentes etapas de la producción que así lo requiere.
Así mismo, el caldero es uno de los equipos que más cuidado y mantenimiento requiere. Hay varios puntos importantes a considerar para mantener tu caldero «sano» por mucho tiempo.
Este post será una introducción al tema, dónde analizaremos las razones por las que es necesario dar un mantenimiento preventivo y correctivo a nuestro querido caldero.
TIPOS DE CALDEROS
Esto es lo primero que debemos comprender muy bien, no todos los calderos son iguales!, y para nuestro fin es necesario hacer dos clasificaciones:
1) Según el fluido que atraviesa los tubos del caldero se clasifica en:
– Acuatubulares: Son aquellos en los cuales el agua atraviesa los tubos, los cuales son calentados por la llamarada externa.
– Pirotubulares: Son aquellos en los que el agua reside en el cuerpo de la caldera y gases de combustión circulan a través de los tubos.
Caldero Acuotubular y Caldero Pirotubular
2) Según su presión de operación
La ASME (American Society of Mechanical Engineers) define dos tipos de calderas según su presión de operación.
– Baja Presión: Un caldero de vapor que opere a una presión menor a 15 psig o una caldera de agua caliente que opere a temperaturas menores a 120 °C y que la presión de agua no supere los 160 psig.
– Alta Presión: Un caldero de vapor que opere a una presión mayor a 15 psig o una caldera de agua caliente que opere a temperatura mayor a 120 °C y a una presión de agua mayor a 160 psig.
Tener pendiente está clasificación ya que nos servirá de mucho para entender su mantenimiento.
¿Por qué debo dar mantenimiento y limpiar mi caldero?
Ahora si llegamos al punto importante de la discusión. Vamos a explicar la química que ocurre dentro del caldero.
Primero debemos considerar el material del que está construido nuestro caldero internamente. El tipo de acero o metales que lo conforma nos dará una idea de que tan resistente es nuestra caldera y además del mantenimiento que debe darse.
Existen dos fuentes de daños para el caldero: el fuego de la combustión y el agua junto al vapor producido.
Ahora, si consideramos estos dos peligros, parecería que el fuego es al que hay que tener cuidado, Sin embargo, en realidad el agua es el enemigo silencioso que debemos batallar, y a la cual se dedica el 90% del mantenimiento preventivo y correctivo total.
En sí el agua no es el problema, lo que causa los inconvenientes son sus componentes, es decir: las sales minerales y el oxígeno que transporta.
Aquí es cuando interviene el tratamiento preventivo de agua de caldero. El objetivo en este punto es eliminar todos los componentes del agua antes de que ingrese al caldero. Este tratamiento debe ser CONTINUO, y para esto se utiliza un producto químico que elimine el oxígeno y las sales minerales. Dependiendo de la fuente de agua, éste tratamiento debe ser más o menos riguroso. Recuerda que tu caldero necesito el agua más pura posible.
(Consultanos acerca de los productos que disponemos para el tratamiento de agua de calderos)
El tratamiento de agua de caldero es indispensable, pero a pesar de esto el caldero después de un tiempo igual sufre el problema de incrustaciones de sales minerales y la corrosión ocasionada por el oxígeno. Por eso es importante realizar mantenimientos y limpieza correctiva cuando así lo necesite.
Ahora quizá el daño del agua parezca algo insignificante. Quizá aún no te logre convencer del peligro que causa el agua en tu caldera. Pues bien, a continuación te comparto algunas fotos que te darán una mejor idea de los daños que se pueden ocasionar:
El daño del agua es mucho mayor comparado al ocasionado por el fuego y gases y combustión que sólo crea capas de aceite, restos de combustión, entre otros. Lo cual puede ser fácilmente removido mediante un lavado alcalino. Por el otro lado, las incrustaciones ocasionadas por el agua producen los siguientes problemas:
1. Reducción de la transferencia de calor: La capa de incrustaciones que se forma actúa como un aislante que evita el paso de calor entre el material, lo cual ocasiona que se requiera una mayor cantidad de combustible para poder cumplir con la demanda de agua caliente o vapor.
2. Daño en el material: Por la misma razón anterior, al no tenerse una buena transferencia de calor, los tubos pueden sufrir de un sobrecalentamiento ya que no pueden transferir su calor debido al aislamiento, de esta manera puede resultar en el fallo del material por superar su temperatura de diseño y por ende roturas de los tubos del caldero.
La solución para las incrustaciones es una limpieza ácida, la cual dependerá de los siguientes factores:
– El tratamiento debe ser seguro de usar y compatible con el material del equipo a limpiar.
– El producto usado debe tener la suficiente solubilidad con la incrustación a remover.
En el siguiente post se hablará más sobre cómo realizar el mantenimiento correctivo y limpieza para el caldero, por ahora recuerda que en INDIQUIMICA, nosotros te damos la solución a tus problemas industriales. No dudes en contactarte con nosotros.
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